Si
te dijera
que
mi alma extraña un beso
te
mentiría
y
sin embargo preciso
saber,
como sabe
un
beso de tu boca.
¡Oh!
cruel amante
que
mis noches vigilas
y
en la mañana te levantas
déjate
caer por un instante
sobre
mi almohada
y
enséñame
lo
que tu boca guarda.
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