Dentro de un sueño
que se repite
hay un recuerdo constante
que me hace verte entre la gente.
Vas sonriendo con los chiquillos
haciendo tu manto,
un remolino.
A mi me gustan
también como a Ti, los niños.
Yo era entonces, una niña
que no creció
me puso trabas, la Tradición
no pude estudiar
la gran Torah
tampoco pude leer
El buen Zohar
Pero Tú, me enseñaste
a desvelar
el Árbol de la Vida
en la Kabbalah.
No hay comentarios:
Publicar un comentario