Te busqué Madre
entre el Ser y el No Ser
hasta poder desvelar
el secreto que escondías
en Tu vientre virginal.
Me diste a beber
de tu leche misteriosa y
me amamantaste
desde muy temprana edad
en tus pechos de cristal.
Luego me dejaste sola
y poder verme crecer
me perdí en la oscuridad
tras el rastro del No-Ser.
Cuando me viste perdida
de mí tuviste compasión
señalándome el camino
que me condujo a la puerta
de la manifestación.
Trás esa puerta escondida
pasé Contigo, un día y otro día
hasta que cumplido el tiempo
decidiste, que ya
estaba
preparada para la vida.
Me devolviste de nuevo al mundo
más ya traía una herencia
la que deja la experiencia
del saber practicado, solo Contigo
Madre mía.
Mirándote a los ojos
vi Tu Nombre reflejado
Madre de todas las Luces
y de las Ciencias del Ser:
SABIDURÍA.
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