viernes, 16 de noviembre de 2012

En el altozano


En el altozano y en el valle
solo se escucha la voz
que nos trae el aire

como la luz camina
rezuma miel y albahaca
Sus manos son jazmines
por los que mana el agua

ligera como la brisa
tiene el rostro de escarcha
derrama el rocío  sobre la flor
al alba

es bella como la luna
que al amante enamora
suave como el aroma
de la bendita aurora

ciñe un cordón de oro
su vestido de estrella
aquel que la define
Señora de lo que reina

camina como una virgen
de pureza plena
y no baila ni canta
porque el dolor  la apena

la queja que sale
de su garganta seca
es porque el hombre  
atenta contra Ella

la espiga que no crece
el grano que se pierde
el manantial que no canta
provocan sus lágrimas

la sal que corrompe
el campo con cizaña
la miseria del hombre
motivan su llanto

está triste
 la más hermosa de Sión
la dulzura de Israel
la Hija que heredó
el Jardín del Edén

Ella acude a visitar
a menudo su Jardín
para dejar en él
la esperanza de su amor.

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