martes, 11 de diciembre de 2012

Levántate



Levántate ¡oh, Jerusalem!,  de tus ruinas.
Yo te edifiqué paso a paso
lentamente fui construyendo
los cuatro pilares
 en los que te sostendrás.
 
Tus murallas son de oro bruñido
que lanzan al sol sus reflejos.
Tus paredes son de plata
que refulgen en la noche.
Los pies entre ambas
son ciento cuarenta y cuatro.
 
En ti solidificaré el vínculo
consumándote con el abrazo
de la Revelación de IHVH.
 
En las paredes interiores
coloque doce puertas
cada puerta es distinta
tres al norte, tres al este
tres al oeste y tres al mediodía.
 
Y estas doce puertas
son tus doce pruebas:
tres de aire, tres de fuego
tres de agua y tres de tierra.
 
De las doce saliste victoriosa
por eso te coloqué
doce piedras
desde el jaspe, hasta la perla.
 
Yo redifiqué un templo nuevo
de las ruinas del viejo
más aún no se han cumplido los
tres tiempos más un tiempo
en que terminaré mi templo.
 
                                                                     
 





 

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