Somos águilas en el cielo
volando desde los abismos
al firmamento.
a nuestros pies
cuando oteamos
el horizonte en calma
asentadas nuestras garras
sobre la roca blanca
bajamos, remontando
las curvas y las quebradas.
impulsor de nuestro destino
quien nos muestra el camino
de las alturas inmortales.
sin necesidad de nadie
como vuelan siempre solas
las águilas imperiales.